
La familia de bioproductos iQ de Agrointec, es un línea de bioestimulantes, biofertilizantes y biorremediadores ecológicos obtenidos, mediante hidrólisis enzimática, a partir de productos vegetales. Aportan nitrógeno a las plantas, a través de oligopéptidos y aminoácidos libres, y contiene fósforo, potasio, fitohormonas naturales y micronutrientes que estimulan y regulan de forma equilibrada el metabolismo vegetal. Su alto contenido en oligopéptidos juega un papel fundamental en procesos clave del desarrollo vegetal: crecimiento, floración, fructificación, estrés abiótico y estrés biótico.
BENEFICIOS DE NUESTROS BIOPRODUCTOS
Los bioproductos iQ poseen una potente acción fertilizante, bioestimulante y biorremediadora de los suelos; regulando de forma equilibrada el metabolismo vegetal. Pero más allá de la disponibilidad de un alto contenido en aminoácidos libres, destacan por el contenido en péptidos de cadena corta y oligopeptidos.
Las principales funciones que ejerce los bioproductos iQ en los cultivos y los suelos son:
- Fortalecer el sistema radicular.
- Mejorar la absorción de nutrientes, el transporte y la movilización de minerales.
- Favorecer el crecimiento vegetativo.
- Lograr uniformidad de floración y fructificación.
- Maximizar los parámetros de calidad de los frutos.
- Acondicionar y robustecer a la planta frente a estrés de tipo climático.
- Recuperar el ecosistema microbiano natural de los suelos para cultivo.


SOBRE LOS BIOFERTILIZANTES
Los biofertilizantes son productos desarrollados a base de microorganismos y de otro tipo de compuestos de origen orgánico (aminoácidos, proteínas,…) que aportan grandes beneficios para el suelo de cultivo. Estos compuestos viven asociados o en simbiosis con las plantas y les ayudan a su proceso natural de nutrición, además de ser regeneradores de suelo. El uso de biofertilizantes ayuda a recuperar el equilibrio de los suelos y a hacerlos “más naturales”.
Los beneficios principales de los biofertilizantes son:
- Ayudan a fijar el nitrógeno, elemento indispensable para los cultivos, e incrementan la absorción de otros nutrientes indispensables, como el zinc, el potasio y el fósforo.
- Aumentan la resistencia de las plantas ante diferentes microorganismos patógenos que pueden estar en los suelos, y estimulan su crecimiento.
- Regeneran y conservan el suelo, desde el punto de vista de la fertilidad y de la biodiversidad.
- Son respetuosos con el medio ambiente, sin los efectos adversos de los fertilizantes de origen químico.
- Al ser más efectivos y precisos que los químicos, optimizan los costes de producción.